103 años son un tesoro

El día primero de enero, en mi familia, se festeja el cumpleaños de mi abuelita.
Este año cumplió 103, solamente Dios sabe qué se piensa a los 103; a veces yo pienso que solamente se recuerda, pero no es así.
Con 103 se es una mujer de mucha vida, se pone una triste y también contenta, no se es un juguete ni un bebé -aunque a veces la traten así-.
Con 103 años vividos se sabe muchísimo aunque no se haya ido a la facultad y se ha ganado el derecho de ser escuchada con el mayor de los respetos y de los amores, porque con 103 años ella es respeto y amor para nosotros, bah, para mi.
Mi abu es mi ángel de la guarda y cada día está más cerca de lo sagrado, mi Gon (mi hermano) y mi Gusi (mi amor) lo saben y lo entienden y eso los hace ser las tres personas a las que más amo en este mundo, en el otro hay más...
Ya es sabido que esto no es facebook, de hecho lo odio, este es mi blog y esta es mi abu para los amigos que comparten mis cosas y para Gon y para Gusi.


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