Rufina, su historia...

Aquí va la historia de Rufina, la dueña de la bóveda más hermosa del cementerio de la Recoleta, la protagonista de la historia más triste, la presencia más hermosa de Buenos Aires.

Hija de Eugenio Cambaceres y de Luisa Baccichi nacío Rufina el 31 de mayo de 1883. Eugenio era un escritor que en sus obras expresaba su disgusto con respecto a la hipocresía de la alta sociedad esto y el hecho de haberse casado con una bailarina inmigrante dió como resultado el rechazo constante de la sociedad porteña de la época.
Hija única, Rufina, tuvo que sufrir la muerte de su padre a temprana edad, enfermo de tuberculosis su padre la dejó junto con su madre en un palacete de la calle Montes de Oca, solas, despreciadas ambas por la sociedad.
Con el tiempo Luisa, la madre, fue entablando amistad con el presidente Hipólito Yrigoyen, único presidente soltero de la Argentina, Rufina, una muchacha hermosa y joven recibía elogios de los jóvenes de la época sin brindar favores a ninguno pues se había enamorado de Hipólito...

La noche del 31 de mayo de 1902 Rufina festejaba su cumpleaños número 19 en su casona de Montes de Oca, los festejos culminarían asistiendo a una gala lírica en el teatro Colón, Rufina en su habitación estaba terminando de prepararse para asistir cuando la encontró la muerte, la mucama bajó a los gritos llamando a todos, la encontraron muerta ya y uno de los invitados dijo que había sido un síncope, tres médicos más certificaron la muerte de Rufina.

Esa misma noche la llevaron a la cripta de la familia Cambaceres para despedir sus restos mortales en el cementerio de la Recoleta.

Hay dos versiones acerca de quién encontró movido el féretro y quebrada su tapa, una dice que el cuidador del cementerio, otra, que fue su abuela que había viajado desde Italia porque no creía que Rufina hubiera muerto, lo cierto es que la tapa estaba rota y el cajón movido... como la familia Cambaceres era una de las familias importamtes de la época y muy adinerada, habían sepultado a Rufina con sus joyas y, en un principio se creyó que habían entrado a su bóveda a robar, por esto abrieron el ataúd y encontraron a la pobrecita Rufina lleña de resguños y moretones por el esfuerzo y la desesperación de haberse encontrado enterrada viva... a sus 19 años, el día de su cumpleaños...
Rufina había sufrido un ataque de catalepsia, enfermedad que hace parecer a la persona como muerta, fría, pálida, rígida con signos vitales tan débiles que pueden no ser percibidos, por esto la dieron por muerta.
Se dice que la noche de su muerte, cuando se preparaba para ir al Colón, la mejor amiga de Rufina le había dado la terrible noticia de que su amado Hipólito andaba en amores con su madre y que esto provocó el ataque, lo cierto es que tiempo después de la muerte de la niña, Lucia Baccichi e Hipólito Yrigoyen tuvieron un hijo...

Esta es la triste historia de Rufina, tiempo después de estos sucesos su abuela envío a construir la bóveda ubicada al lado de la de la familia, esta es la única en el cementerio de la Recoleta construída íntegramente con el estilo Art Nouveau, sin dudas la más hermosa, en ella el escultor Richard Aigher ha puesto a Rufina de pié, tomando el picaporte de la entrada a la tumba, dejándola para siempre en posición de abrir la puerta que no pudo aquella noche.

Comentarios

  1. Gracias, Eva, por tan conmovedora hª. Me he quedado impresionada.

    ResponderEliminar
  2. No se como llegué hasta aquí, pero me atrapó la historia de Rufina.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  3. ES QUE NO TIENE DESPERDICIOS LA HISTORIA ...

    ResponderEliminar
  4. Una historia muy triste ...pobre Rufina!!! impresionante la descripcion de los hechos,queremos mas historias como esta!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario